Hay lugares que para mí, particularmente, además de súper interesantes y novedosos por la cultura, antiguedad y costumbres que sé que encontraré allí, resultan inimaginables por no estar en el listado de los sitios o países que preferencialmente he deseado conocer. Esto me ocurrió con los países nórdicos, resultándome luego de conocerlos, fascinantes todos y cada uno de ellos.
Antes de iniciar el viaje, tuve la necesidad de ubicarme geográficamente, encontrando que de los países ubicados en el Norte de Europa, tres de los que visitaríamos: Dinamarca, Suecia y Noruega conforman los países Escandinavos y estos tres más Filandia que también estaba en el itinerario e Islandia, son en total los llamados países nórdicos. Luego llegaríamos a Rusia, país más grande del mundo, ocupando en un 74,7 % el norte de Asia y el 25,3 % el este de Europa. Finalmente, terminaríamos nuestro periplo en la siempre cautivadora París, ciudad de Europa occidental de donde partimos inicialmente para este fascinante recorrido nórdico.
Salimos de Valencia, rumbo a Maiquetía, el día 14 de septiembre de 2007, y volamos por Airfrance hacia París, llegando a ésta el día 15, haciendo escala de tres horas para luego volar desde allí hasta Copenhague, capital de Dinamarca, a donde llegamos ese mismo día, luego de unas cinco horas de vuelo. En el aeropuerto de París, y durante la espera para abordar el avión que nos llevaría a Copenhague, varios logramos descansar y hasta muy plácidamente, quizá por esa agradable sensación que da el sentir que ya se ha atravesado el océano,gracias a Dios. Partiendo del principio, que recordar es vivir, invito a que me sigan por este fascinante recorrido a través de bellas fotos, las cuales permiten que aún después de seis años, se vuelva a disfrutar de aquellos momentos, como si fueran hoy.-
Definitivamente, recordar es vivir. Gracias Dios, por este maravilloso regalo.
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