Todo llega a su final, y despedidos de ese maravilloso e interesante circuito estadounidense: Las Vegas, Los Angeles y San Francisco, que era el objetivo de este décimo viaje de nuestro grupo: Sindicato de Viajeros, nos toca regresar a nuestro lugar de origen: Venezuela, pero para ello, tuvimos obligatoriamente, porque así lo exigía el paquete de viaje, que volar desde San Francisco a Atlanta y de aquí a Miami, debiendo hacer allí una parada de dos noches y un día, tiempo durante el cual el grupo se separó, cada quien a hacer sus diligencias y compras personales, para luego volar de nuevo a Atlanta y de allí a la última escala de dos días en la isla de ARUBA; paradisíaca isla del Caribe, en la cual logramos descansar del movido e intenso itinerario que habíamos tenido, en el cual según cuenta llevada por nuestro querido amigo y presidente vitalicio; Victor León, subimos y bajamos las maletas 37 veces, se dice fácil, pero fue el "precio de tipo físico" que tuvimos que pagar por lograr y mantener las tarifas que inicialmente el equipo conformado por Juan, Víctor y Humberto, lograron arduamente, luego de cuadrar fechas de vuelos, precio, hoteles, y demás pormenores conseguir finalmente se diese este anhelado viaje y más, en medio de las difíciles circunstancias que actualmente median en Venezuela y que dificultan cada día más viajar. Vaya desde este Blog mi agradecimiento por todo el esfuerzo y horas dedicadas hasta lograr nuestro viaje de este año 2014.
De nuestra escala en Aruba, merece resaltar es la visita que hicimos a la Iglesia San Francisco de Asís, y la Santa Misa en la cual participamos en el hermoso Templo dedicado a este Santo, Patrono de la pobreza y la humildad.
Merece mención especial en este último Post dedicado al viaje 2014, el bellísimo Cristo de la Iglesia, siendo una réplica del Cristo de San Damián, recordando que fue en la Iglesia de San Damián en la afueras de Asís, donde Francisco, le pareció escuchar que el Crucifijo le repetía tres veces: “Francisco, repara mi casa, pues ya ves que está en ruinas”, y Francisco viendo que la Iglesia se hallaba en mal estado, creyó que el Señor quería que la reparase materialmente, descubriendo luego, el verdadero significado del pedido, y comprendió que "repara mi casa" significaba era "la restauración de la Cristiandad" y que ésta debía venir por el desprendimiento de los bienes materiales, por la práctica de la humildad.
Nada es casualidad, todo ocurre por algo, y con el tiempo entenderé porqué he finalizado la narración del viaje de este año 2014, con esta evocación a San Francisco de Asís y porqué finalizamos nuestro viaje asistiendo en Aruba a la Santa Misa en esta hermosísima Iglesia levantada en honor a este Santo.
Gracias por seguirme, y hasta la próxima!!!!
Gracias por seguirme, y hasta la próxima!!!!