viernes, 29 de noviembre de 2013

MIAMI -Los últimos cuatro días del viaje

Evidentemente fue un viaje muy corto, sobre todo cuando se tiene en un lugar tanta familia y gente tan querida, a quien se desea ver y con quien uno quiere compartir, como es el caso de la ciudad de Miami, ciudad  en la que tendríamos que quedarnos por lo menos un mes para lograr ese maravilloso objetivo de reencontrarse con todos. Todo llega a su final, y por supuesto, los viajes encabezan la lista  de las cosas que hacemos y que no quisiéramos que se terminaran. Estos últimos cuatro días los pasamos en la dinámica ciudad de Miami, ciudad muy importante del sur del estado de Florida, y la cual, muchos tienen como la capital de ese estado, siendo en realidad la ciudad de Tallahassee, pero es Miami el centro de operaciones de personas de todos los niveles, tanto nativos de EEUU como inmigrantes de todos los países, que mayoritariamente la eligen como la base desde donde arrancar y encontrar un abanico de oportunidades con infinidad de posibilidades y actividades por realizar, todas tendentes a satisfacer  las más variada gama de aspiraciones que cada quien trae de su lugar de origen, dispuestos todos a sortear y vencer un sinnúmero de escollos, casi tipo rally, hasta lograr lo que se ha llamado "el sueño americano" y más cuando se procede de países como el nuestro, donde las condiciones de vida se pueden ya calificar de inaguantables. 
Entre visitar los más atractivos Malls, por sus ya reconocidos sitios de compra, hacer algunas diligencias importantes que eran además, la razón del viaje y visitar solamente, a nuestros queridos Cecilia y José Román y sus bellas hijas, quienes nos esperaron ese domingo con un exquisito brunch y un rico paseo tarde y noche por la ciudad, finalizando en la famosa avenida Lincoln, y otro día a Nancy y Carlitos y sus tres chamos, ambas parejas compadres de mi hija Rosa Beatriz, y a quienes agradezco desde acá una vez más, todas sus atenciones y los maravillosos momentos compartidos, transcurrieron estos últimos cuatro días, que para mí, puedo decir que fabulosos pero volando, faltándonos tiempo incluso para disfrutar del confortable risort en Weston; el Buenaventura Village Risort, donde nos hospedamos y de donde salíamos temprano y llegábamos tarde la noche. Este corto, pero maratónico y a la vez reconfortante viaje por los momentos familiares vividos, ratos de risas y alegría compartidos, pasa a engrosar mi maravilloso archivo de recuerdos plasmados en  este blog y en las bellas fotos aquí exhibidas. Una vez más, gracias a Dios por todo lo vivido y por tener este medio para expresarlas.















domingo, 17 de noviembre de 2013

DISNEY WORLD. Orlando-Florida

La misma noche del miércoles 16 luego de cenar en Miami, y acondicionar la camioneta arrendada en lo referente a la colocación de la silla para mi nieta Aitana, porque, ni soñar, en recorrer ni un sólo kilómetro con ella sentada en las piernas de alguno de nosotros, partimos a la ciudad de Orlando, donde iríamos a Disney World y allí, a uno de sus famosos parques; Mágic Kingdon, con la idea de sumergir a Aitana y nosotros con ella, en ese mágico y fantástico mundo de Mickey, Minnie y sus amigos. En Orlando nos hospedamos en un maravilloso aparto-hotel de la cadena Marriot, muy bien equipado y con derecho a un exquisito y rico desayuno. 
Además de la visita al parque, en Orlando nos esperaba otro encuentro familiar,  con Dunia y sus hijos, la hermana menor de Efraín, quien hace ocho años decidió residenciarse juntó a sus hijos en esa ciudad de los EEUU, siendo de gran alegría visitarla y haber compartido con ellos la rica cena que nos ofreció. Una vez más, nos sentimos gratificados por ver a otros familiares, que ante la crítica situación de nuestro país, un buen día, decidieron emigrar y apostaron a esa aventura con todo y los riesgos que conlleva, venciendo todos los escollos que  se les pudo haber presentado, y hoy, con la positiva recompensa de encontrarse estables, seguros y día a día consolidando cada vez más sus respectivos proyectos de vida. 
Realmente siempre me ha parecido que lo apacible y el verdor de esta ciudad, el encanto de sus parques, lo rico que es comprar en sus molls, y la excelente vía que la une a la cosmopolita Miami, la hace una ciudad muy atractiva para ser visitada. Te invito a ver las imágenes que plasman esta visita, corta, pero súper complacida de haber estado nuevamente aquí, y principalmente con mis nietas.



















































ENCUENTRO EN MIAMI Y RUMBO A DISNEY

El miércoles 16 partimos de Atlanta rumbo a Miami a encontrarnos en el aeropuerto con Rosa Beatriz, Ediover y mis nietas, quienes venían de Panamá, y con Rosa Virginia que venía de Venezuela, realmente ninguno de ellos podrá imaginar ni sopesar la inmensa alegría que me embargaba en ese rato de espera, tenía sólo 4 días que nos los veía, pero el imaginarme ese compartir, todos en un mismo carro rumbo a la mágica tierra de Disney y de paso el hecho de saber que nos quedaríamos todos en el mismo espacio dividido en dos ambientes, rebasaba todo cuanto mis pensamientos tejían de cómo iba a ser este, mi primer viaje en familia. Preparada estaba para la dinámica que nos esperaba, porque viajar con niños marca la diferencia en cuanto a la cantidad de energía que hay que tener reservada, para disfrutar todos y cada uno de los momentos que se van presentando. 
Reunidos  en Miami, tal como estaba previsto, y expresada por todos la emoción del encuentro, pasamos a buscar la camioneta de 14 puestos que ya habíamos arrendado en el mismo aeropuerto, con mi yerno de conductor, a quien felicito desde aquí, por ser tremendo chofer en el Norte y fiel conocedor y cumplidor de las normas de tránsito que allá, si son de obligatorio cumplimiento, lo que unido a las extraordinarias vías tanto citadinas como la de las carreteras, hicieron el recorrido inicial por la ciudad de Miami y luego las cuatro horas hasta Orlando, que de paso nos tocó hacerlo de noche, un verdadero placer, sin ningún tipo de apuro ni sobresalto, por el contrario; lleno de tranquilidad y seguridad de todo tipo.

















domingo, 10 de noviembre de 2013

EL DOWN TOWN DE ATLANTA .

Tuvimos dos días completos para compartir y visitar los sitios íconos de Atlanta; ciudad muy verde, moderna, cosmopolita que recibe al turista con un majestuoso aeropuerto, el cual, al llegar y caminarlo ya sugiere al visitante lo que encontrará en ella. Conocer a Atlanta, es visitar y conocer su centro, el corazón de la ciudad, majestuosos edificios que la hacen una ciudad rodeada de modernidad y entre los cuales está: el edificio de la importantísima Cadena de Noticias por Cable (CNN) cadena de televisión estadounidense fundada en 1980 por el empresario Ted Turner, el edificio de la emblemática Coca Cola, vendida en más de 200 países y creada el 5 de mayo de 1886 por su inventor John Pemberton, quien empezó a trabajar en la fórmula a los 54 años de edad, su famoso Acuario; 
calificado como el más completo del mundo en cuanto a exibición de especies marinas se refiere, impresionantes y modernas Torres bancarias, el MARTA; autoridad metropolitana de tránsito de Atlanta; sistema que abarca la red de buses y trenes, en fin, todos, edificios que son íconos de esta ciudad, y que juntó a su verdor la hacen una ciudad  ideal para vivir y ser visitada.













































































Y ahora, a despedirme tanto de la ciudad, como de los primos, es difícil sobre todo porque es incierto cuando nos volveremos a ver, y cuándo estaremos de vuelta para seguir conociendo y disfrutando de esta interesante ciudad, esta vez fue en otoño, mágica estación tanto por el clima como por los colores que toma la naturaleza, pero esto me hace llenarme de esperanza de que volveré, con la excusa de conocer la ciudad en otra estación, sin embargo agradecida de Dios por este regalo y a ustedes; mi querida Isbelia y primos grandes y pequeños, igualmente agradecida por tantas atenciones tanto para mi como para Efraín, y por tan cálida estadía en esta hermosa ciudad que ya ustedes han hecho suya. Continúo mi viaje, cargada de muchas y variadas emociones a encontrarme con mis hijas, nietas y yerno en el aeropuerto de Miami, rumbo al mundo de Disney. Sígueme, porque segura estoy que divertido y maratónico será este, mi primer viaje con mis nietas.














VIAJE A ATLANTA, ORLANDO Y MIAMI. Oct. 2013

Viajar en familia y visitar a la familia; experiencia inolvidable.

En este pasado 13 de octubre 2013, inicié un corto viaje, el cual se mostraba de entrada interesantísimo sobre todo porque era la primera vez que viajaría con mis hijas y nietas. Digo de entrada, porque antes de reunirnos todos en Miami, viajamos Efraín y yo,  a Atlanta, estuvimos en esa hermosa ciudad, capital del Estado de Giorgia visitando a mi queridísima prima Isbelia y a sus tres hijos; los morochos Carlos Miguel y Elio Carlos, e Iván cuyas respectivas familias, todas allí constituidas, yo no conocía por ya pasar de la década cuando ellos decidieron establecerse fuera. La estadía en Atlanta fue maravillosa tanto por la espectativa normal que causa visitar por primer vez a una ciudad, como por el cúmulo de emociones removidas al ver de nuevo a primos, con quienes he estado vinculada no sólo por la sangre sino por el afecto, los vi nacer y de quienes nunca me he desligado, por el contrario, cada día y gracias a la tecnología nos hemos mantenido más cerca  y hemos seguido nuestras vidas paso a paso, aún a pesar del tiempo y la distancia. Isbelia, los primos, sus esposas e hijos, verles a cada uno; apreciar sus logros, sus bellas casas, conocer de cerca sus experiencias vividas para llegar a donde hoy están, y lo más importante; abrazar, apurruñar y bendecir de cerca a sus bellos frutos; niños hermosos, talentosos, que bien pudieran haber nacido en mi país, su país, nuestro país, pero que por circunstancias ya harta conocidas y que no vale la pena mencionar, tuvo que ser otra tierra la que los viera nacer y la que disfrute día a día de sus talentos, capacidades y valores. Doy gracias infinitas a Dios por ese re-encuentro, me hizo mover cada fibra y cada neurona, trayéndome recuerdos maravillosos que me hacen sentir orgullosa de la familia que tengo. Me da inmensa alegría plasmar aquí los rostros de estos primos tan queridos y mostrar los momentos  de gran calidez compartidos.