martes, 5 de noviembre de 2013

LA PROCRASTINACIÓN Y MI PRÁCTICA DE VIVIR EN GERUNDIO

                                                                                               03-11-13

La procrastinación y mi práctica de vivir en gerundio.

Ha llamado mi atención el término que en el día de hoy he conocido, su significación, y qué importante, dicho sea, el hecho de no pasar un día  sin conocer un nuevo término, para mi es altamente gratificante cuando esto me ocurre. Confieso que es la primera vez que oigo la palabra: procrastinación, realmente no la oí, la leí en el artículo de Juan Carlos Caramés, en su columna Clásicos Gerenciales, en la revista Paréntesis del Diario El Carabobeño. Según el Diccionario, procrastinación, viene del latín: pro, que significa: adelante, y crastinus, referente al futuro, o posposición, siendo entonces;  la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes, pero más agradables, y podría incluso llegar a tratarse hasta como un trastorno del comportamiento, cuando ese acto de posponer o postergar una determinada actividad tiene su raíz en asociar dicha acción a realizar, con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés), decidiendo postergar o posponer aquella por evitar esto último, sobre todo obviamente, cuando se hace de eso un hábito y no se toma conciencia de ello. 
Relaciono el significado de este término con mi práctica habitual de "vivir en gerundio" porque el actuar y vivir de este modo, me ha evitado procrastinar, trayéndome como buenas consecuencias evitar momentos de ansiedad, tensión, y apuros por dejar las cosas para último momento, facilitando organizarme mejor en cuanto a tiempo y cantidad de logros obtenidos, y me doy cuenta, que es simplemente porque no acumulo cosas importantes o no tan importantes por hacer, las hago y ya, sintiendo que me he desprendido de pendienturas, las cuales pueden ir aumentando cuando no hago las cosas al momento que debo y puedo hacerlas. Digo que son consecuencias buenas, porque de acuerdo a lo aprendido hoy sobre este verbo: PROCRASTINAR, al posponer la realización de algo y más si es importante, lo que se consigue es ansiedad y estrés por acumulación de cosas por hacer, y será más alta esa ansiedad mientras más importante sean las cosas que se han evadido hacer y por ende posponer. Claro, también confirmo una vez más, que definitivamente, todos los extremos son dañinos, hay que conseguir siempre el equilibrio, hay momentos en que postergar o procrastinar la ejecución de algo puede y debe ser lo más conveniente y sano, simplemente porque tampoco se puede pretender realizar todo simultáneamente al momento. Pero lo que sí, es que estoy satisfecha de los resultados positivos que obtengo cada vez que no procrastino o actúo en gerundio, en cuanto a organización, logro de objetivos y estado de complacencia y tranquilidad emocional. Así que los invito a vivir más en gerundio, evitando lo más que se pueda estar postergando o procrastinando, siempre en aras de un mayor rendimiento y principalmente de lo más importante; la salud emocional, la cual termina afectando la física.
Gracias por leerme. 

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