Finalmente y exactamente al cabo de doce horas, llegamos a la estación de Agra, a las 6 am
del día 07 de diciembre, esperándonos allí los maleteros indios para trasladarnos el equipaje, tal y como lo hicieron en la estación de Varanassi, identificados con sus trajes y turbante enrrollados en sus cabezas, sobre el que se montaban 2 maletas, las cuales transportaban con gran equilibrio, cobrando 100 Rupias (2 dolares) por cada 2 maletas. De allí, fuimos al hotel HOWARD PARK PLAZA, y una vez instalados en nuestro tercer hotel, visitamos MATHURA, la ciudad donde nació y creció KRISNA, visitamos su templo y el sitio donde están sus restos. En el Induismo, el Dios Krisna representa al Dios Hijo, así como para nosotros los cristianos, Cristo representa el Hijo de Dios Padre, Krisna en Indio significa Cristo.
El traslado a este recinto espiritual resultó muy pintoresco, pues al llegar, y debido a lo intrincado del sitio, tuvimos que usar nuevamente las inolvidables bicicletas de Varanassi, habiéndonos tenido que someter a un exhaustivo chequeo por la gente de seguridad, para poder entrar al lugar.
A las primeras horas del día siguiente, ya 08 de diciembre, hicimos una maravillosa clase de yoga en el área de piscina del hotel, sentíamos bastante frío, pero nuestra querida instructora Nelida, a quien no se le escapa nada, se las ingenio para conseguir en el hotel unas cobijas que iban a ser lavadas y las colocó en el piso como aislante y sobre estas, nuestras esterillas, pudiendo hacer divinamente la clase.
Luego bien temprano tomamos el desayuno, no muy variado para nosotros, dado el tipo de comida que allá se consume, hasta en horas de la mañana; muchos potages, picantes, y excesivamente aromatizados con curry, cardamomo, curcuma etc etc.
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