El Asrham, es una amplia y moderna construcción donde viven los maestros; swamis, y demas personas que han decidido dedicar sus vidas, exclusiva y primeramente a adorar a Dios, como la Conciencia Universal, de lo que todo proviene y a lo que todo vuelve, al estudio de la filosofía yoga, al crecimiento personal espiritual, y al servicio medico-social, pues cuentan con un hospital ubicado frente a la sede del Asrham. Viven apartados de la sociedad y de su familia, considerando a esta, no a su familia consanguínea, de la cual se desvinculan totalmente, sino a todos los seres humanos, partiendo del principio de que somos un todo. Viven aquí, monjes y peregrinos de todas partes del mundo, personas que indistintamente de la religión que profesen comulgan todos, en la necesidad superior que experimentan de aislarse de su vida cotidiana, trabajo, costumbres, e inclusive de la familia, sólo en una búsqueda interior de si mismo, y por ende de Dios, independientemente del nombre que se le de. Aquí, también esta la sede de "the Divine Life Sociaty "a la cual pertenece nuestra escuela de yoga , fundada y dirigida inicialmente por el maestro Swami Shivananda, cuyos restos reposan alli, luego por el maestro Swami Krisnananda, quien fue el maestro de la hermana Mila y actualmente dirigida por Swami Vimalananda, en la presidencia, y el Swami Yoga Soaripananda en la vice-presidencia.
En el Asrham, experimentamos la vivencia de comer como un comensal mas, de los que llegan allí cada día en busca del sustento diario. Además, experimentamos en el acto de comer la vivencia del compartir, fue algo inédito para nosotros, por la forma como había que hacerlo; sentados en el suelo, descalzos como si entráramos a un templo, las mujeres separadas de los hombres, sin escoger lo que comeríamos, sin utilizar cubiertos, es decir; con las manos y luego cada quien a lavar los utensilios usados. Fue realmente un acto de humildad, aceptación, y apertura ante nuevas experiencias, y de respeto a las normas y costumbres imperantes en otra parte del mundo, que nos hizo vivir una realidad desconocida hasta ese momento para nosotros.
La experiencia vivida en el Asrham, fue extraordinariamente enriquecedora, y podemos considerarnos unos privilegiados por la atención diaria que tuvimos por parte del Maestro Swami Soaripananda, superó nuestras expectativas, pues creíamos que solo conversaríamos con él, sólo una vez. Recibimos igualmente, la esmerada atención de Liliana, peregrina argentina con 10 años viviendo allí en Rishikesh, y específicamente en el Asrham. Gracias, Liliana.
Cada conversatorio con el Maestro, a través de Liliana como intérprete, se tradujo en mensajes sencillos sin palabras rebuscadas, pero de una gran profundidad, muchos de ellos, aún en proceso de ser digeridos, los cuales, a medida que pase el tiempo se asentarán en nuestro subconsciente como memorias de incalculable valor. Quedó grabada en nosotros, la bella expresión escrita en el Templo donde nos reuníamos con el Swami y que resume la esencia de toda práctica religiosa y espiritual : BE GOOD - DO GOOD.
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