Seguimos ese mismo día a AMBERES, segunda ciudad más importante de Bélgica, es el primer puerto de Bélgica, y el cuarto de Europa. Aquí en Amberes, al igual que en EEUU, está la colectividad judía ortodoxa más importante después de la de Israel. Y tiene una escuela de diseño importantísima entre las escuelas de diseño europeas, valiendo el comentario; que cuando Dior despidió a Galeano, quien lo reemplaza es un joven egresado de esta escuela de diseño de Amberes.
En la Catedral de Amberes están los 2 mejores cuadros pintados por Rubems.
Este importantísimo puerto europeo, tiene entre otras, la particularidad de que su río; el Escalde, no tiene puente para ser atravesado, y es porque el mismo es un río frontera. Amberes no es bilingüe, aquí se habla es Flandes (holandés). En Amberes, nos hospedamos en el hotel NH Express, y a dos cuadras del hotel cenamos en el restaurante LAS MOÑAS, un verdadero rincón español en esta porteña ciudad belga, maravilloso sitio,no sólo por sus exquisitos platos españoles, sino también por el equipo humano que lo atiende y el ambiente de esa alegría española contagiante, además de la presentación en vivo, de un dúo compuesto por un guitarrista y un bajista, que hasta provocaba pararse a bailar. Cenamos riiiiico, y aún estando en suelo belga terminamos cenando en este restaurant español, así que seguimos con las tradicionales tapas y luego una paella fabulosa, acompañado de unas gigantes botellas de vino albariño y de vino tinto. Nunca habíamos visto estas botellas de vino de 1,5 litros. Llegamos luego al hotel, súper cansados, a dormir y a prepararnos para el día siguiente, nos esperaba la visita a la encantadora Brujas.
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