Ya el paseo en Zaragoza estaba por terminar, y luego de haber obsequiado todo este banquete a nuestro espíritu, nos fuimos en busca de comida, la cual degustamos en el Restaurante Las Palomas, muy cerca de este casco histórico por donde andábamos. Comimos tipo buffet, un lujaso de comida en cuanto a sabor, variedad y cantidad, acompañando todos esos ricos platos, unos con vino tinto y otros con cava bien fría.
Luego, satisfechos y pasados de alegre, el amigo José Rodríguez, nos regaló unos típicos y vistosos cachirulos; pañuelos rojos en forma de triángulo, con el nombre de Zaragoza, los cuales nos colocamos y así regresamos hasta la estación del tren, luego de comprar caramelos aragoneses y los infaltables burros de tusa; palabra usada por nuestro querido Victor Leon para identificar los pequeños souvenirs, tales como: imanes, llaveros, lapiceros, etc, con motivos alusivos a un lugar que se visita, y a mí me ha parecido desde que se la oí, tan original y especial para referirse a ese tipo de recuerdos, que hace años la oficialicé en los viajes. Así que cargados de burros tusa, regresamos de nuevo a Madrid y caminamos hasta nuestro maravilloso hotel NH Paseo del Prado.
De allí, cada quien a descansar, menos Efraín y yo que fuimos a conocer el negocio: GAZPACHERIA ANDALUZA; bello rincón sevillano en Madrid ubicado en el sector Arguelles, Ferraz 34, donde mi sobrina María Beatriz vende para llevar el famoso gazpacho y el salmorejo de Andalucía, además de otras exquisiteces. Así que no te lo pierdas, cuando estés en Madrid.
Tía, que viaje tan completo! No habéis parado ni un segundo, pero que agotamiento tan delicioso ese que se produce entre hotel y hotel, mientras visitas lugares preciosos ;)
ResponderEliminarMe encanta el espíritu aventurero y la percepción de la vida como un viaje en el que acumulamos preciados recuerdos y por que no, algunos "burritos de tusa" que nos hagan sonreir.
Gracias por la visita, por el rato que pasamos y las cañitas que compartimos disfrutando el aire madrileño con Efrain; pero sobre todo por estar siempre presente.
Un fuerte abrazo desde este lado del océano.
Beatriz