Proseguimos nuestro paseo, vamos hacia LA HAYA, bella ciudad holandesa y la tercera ciudad mas grande de los Países Bajos, después de Amsterdam y Rotterdam. Es la sede del gobierno de los Paises Bajos, pero no su capital, esta le corresponde según la Constitución holandesa, es a Amsterdam. Como centro administrativo del país, en La Haya se encuentra la Suprema Corte de Holanda y el Consejo de Estados. La Haya es también sede de todas las embajadas extranjeras y ministerios gubernamentales del país, al igual que de un gran número de organismos internacionales, incluyendo a Europol, a la Corte Internacional de Justicia; encargada de decidir conforme al Derecho Internacional las controversias de órden jurídico entre los Estados y de emitir opinión consultiva respecto a cuestiones jurídicas que puedan serle sometidas por órganos o instituciones de la ONU, y la Corte Penal Internacional, cuya misión es juzgar a las personas de cometer crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad, de ahí la gran importancia a nivel internacional de esta ciudad.
A nivel particular, debo apuntar que ha sido de gran emoción para los seis abogados, de los ocho de nuestro grupo de viajeros, y que en esta oportunidad andamos, conocer esta ciudad y observar de cerca la sede de diversos organismos que estudiamos cuando cursamos la materia de Derecho Internacional, en el segundo año de la carrera, hace ya casi cuarenta años para algunos y hasta más para otros.
Caminamos por sus bellas calles, pasamos por la panadería que surte a la Casa Real y nos dirigimos a almorzar a un típico restaurante holandés a la orilla de la playa; saboreamos unas ricas gambas al ajillo, y de segundo; unos trozos magros de lomo de cochino, horneado, mezclado su propio jugo o salsa con una especie de crema de leche, que lo hacia presentar de aspecto blancuzco, pero muy bueno de sabor, patatas fritas y una fresca ensalada verde exquisitamente aderezada y por supuesto, siempre acompañados de un buen tinto. Luego nos tocó conocer Madurodam; una ciudad en miniatura que realmente merece un Post aparte. Así que en la próxima entrada la conocerás, ahora disfruta de los monumentales edificios de La Haya.
A nivel particular, debo apuntar que ha sido de gran emoción para los seis abogados, de los ocho de nuestro grupo de viajeros, y que en esta oportunidad andamos, conocer esta ciudad y observar de cerca la sede de diversos organismos que estudiamos cuando cursamos la materia de Derecho Internacional, en el segundo año de la carrera, hace ya casi cuarenta años para algunos y hasta más para otros.
Caminamos por sus bellas calles, pasamos por la panadería que surte a la Casa Real y nos dirigimos a almorzar a un típico restaurante holandés a la orilla de la playa; saboreamos unas ricas gambas al ajillo, y de segundo; unos trozos magros de lomo de cochino, horneado, mezclado su propio jugo o salsa con una especie de crema de leche, que lo hacia presentar de aspecto blancuzco, pero muy bueno de sabor, patatas fritas y una fresca ensalada verde exquisitamente aderezada y por supuesto, siempre acompañados de un buen tinto. Luego nos tocó conocer Madurodam; una ciudad en miniatura que realmente merece un Post aparte. Así que en la próxima entrada la conocerás, ahora disfruta de los monumentales edificios de La Haya.
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