Lunes 29 -04. Un día frío y lluvioso, sin embargo, había buen pronóstico para la tarde. Llegó la guía de ese día; Carolina, holandesa con dominio de cinco idiomas y con mucha información importante sobre la historia de Holanda y sus ciudades. Por sugerencia de ella, iríamos primero a conocer: DELFT; ciudad de gran importancia industrial y donde visitaríamos una fábrica de cerámica de hace muchísimos años, con renombre internacional, recibiendo la información en español sobre el proceso de elaboración de las piezas. Para mi, particularmente, fue de una gran alegría conocer esta ciudad, porque era allí donde iba a estar hace 40 años con mi queridísima prima Isbelia Anzola, cumpliendo ella, un interesante programa de estudios superiores, lo que sería para mi y para sus gemelos, pequeños en aquel entonces, una inolvidable experiencia de vida a los 19 años que yo tenía. Proyecto que se truncó, por otro aún más maravilloso, y como decimos ahora en Venezuela, "acontecimiento sobrevenido"; el embarazo de Isbelia de su tercer hijo: Iván Leonardo. ¡ Bendito sea Dios¡ y Dios te bendiga a ti Ivan, por algo ocurren las cosas. Y ahora hacia La Haya, la estadía allí se vislumbra interesantísima.
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